Mantenerse joven y radiante es algo a lo que casi todos aspiramos. Pero el paso de los años hace inevitable que aparezcan arrugas y la piel pierda elasticidad. Si buscas un tratamiento de rejuvenecimiento facial en Madrid, Zental Clinic es la solución.

Nuestra técnica se basa en pequeñas inyecciones de ácido hialurónico en la piel de manera superficial, proporcionando de este modo una mayor hidratación y volumen a la dermis. Así se consigue recuperar volumen, eliminar arrugas, moldear el contorno facial y reducir los surcos. Al acudir a la primera consulta nuestra experta en medicina estética y reparadora avanzada, realiza un estudio personalizado de la paciente para conocer sus necesidades y recomendar cuál es el mejor de los tratamientos posibles para mejorar el aspecto de su piel.

 

¿Cuándo hacerse un rejuvenecimiento facial?

Para hacer un tratamiento de rejuvenecimiento facial hay que tener en cuenta que a ciertas edades no es necesario, puesto que la piel aún no ha empezado a perder su elasticidad. Las embarazadas deberán esperar a acabar la lactancia para poder hacerlo.

Se estima que es a partir de los 25 años cuando la piel pierde su capacidad de retener agua y empiezan a aparecer las primeras líneas de expresión en el rostro. Sin embargo, los pacientes suelen acudir a la clínica Zental Clinic para hacerse este tratamiento a partir de los 35 años. Y es en las que tienen entre 40 y 60 años que están más popularizadas las inyecciones de ácido hialurónico. Hay que tener en cuenta que no hay límite de edad para someterse a un rejuvenecimiento facial, pero también que no se trata de un único tratamiento. Hay que repetirlo para que se mantengan los efectos.

Por lo general se recomienda un repaso cada nueve meses, aunque depende de cada caso. De no ser así la piel volverá a su estado inicial. Esto se debe a que el ácido hialurónico se encuentra en la composición natural de nuestra piel, pero con el paso del tiempo la capacidad del organismo de generarla disminuye y aparecen las arrugas y la piel caída.

Con las inyecciones, que son indoloras y sus efectos se notan desde el primer día, la piel recupera su juventud pero es necesario repetirlas puesto que, como comentábamos, el cuerpo no es capaz de generar el ácido hialurónico al mismo ritmo.